FESTIVAL CINE XIXON

sábado, 24 de noviembre de 2012


Como el Blog está en un relantí permanente, que semeja a la muerte, no resultó la vía por la que, como cada año, os enterarais de las pelis del Festival de cine de Xixón.


Aparecí por allí. Y no miré el programa. Viernes, cinco de la tarde. El Jovellanos, por ejemplo. Y que echen lo que quieran. ¿El idioma?. Me valía hasta el Bable.

La primera sorpresa me la dieron nada mas apagar la luz y empezar la función. Caborana Films presenta. Joder. La segunda, compuesta y dirigida por Chus Palmeiro.   Sumadre. Y luego, que se arranque con la famosa pieza del rock local  fue tó´l orgasmu,  del grupo Squatters de Caborana. 


Como seguro que no sabría contárosla, mejor os pongo la reseña del programa










Dos histories de rutura llevaes a la pantalla en sentíu inversu. Una, contá to palante. La otra, pa tras.

Gela, espetayi  al probe de Tonín, nuna mesa de la cafetería Maher, que lu dexa. ¿Por qué, ho? Quiero ser yo mesma, y tu nun faes mas que cohartame, contestayi. Joder, qué raro paez, tan felices como yeren, pensamos tos. El de Les Colomines, ella de la Calle´l Bote, acabose tó..

Jandri, tampoco pué mas con nel su Tomasu. Y dícilo mientres, ensimismaos co la boca abierta,  siguen embabayaos l´ultimu capítulu del Gran Hermanu. Jandri vivía con los güelos en Valdefarrucos y Tomasu al llau de Llaviá.

La historia de Gela desenvuélvela Palmeiro, el de los Palmeiros de toa la vía, desde´l iniciu, desde que se conocieron, mercé a les males artes del azar, na cola del pan del Conomato. Y la de Jandri, relátala al revés,  desde el momentu la rutura hasta l´orixen, pa tras, cuando se tropiecen nel ambigú del Olimpia por mor del azar que, nesti casu, tuvo a bien topetayos  sus boliches respectivos.

Na mitá de la sesión, danse de focicu  ambes histories cuandu, nuna verbena de les fiestes Les Nieves, tantu  Jandri como Gela dan con el puta de Ximielga el de la Pinga, que embauzca les dos, convenciéndoles, a pesar de les clases de matemátiques recibíes de Doncarlos,  de que la meyor parexa ye la ta formá por tres.

El final nun vos lu pueo contar. Hay que sufrilu. Pero, da una pista el fotograma de la peli


LA INDEPENDENCIA (1)

martes, 25 de septiembre de 2012



  • -               Qué faes, remocicando´l chabolu
  • -          Ye pal nuevu Filatu
  • -          Tas com´un burru, qué me cuentes
  • -          Pos eso. Que vamos plantar un Filatu
  • -          ¿Pa?
  • -          Pa qué va ser: Pa controlar les entraes y les salíes
  • -          ¿Entraes na chabola?
  • -          Nomenó. Nel Cantiquín
  • -          ¿Entós?
  • -          Pa salvaguardar l´independencia
  • -          ¡Cagüentó! De quién
  • -          De Caborana
  • -          ¿Nestos tiempos de globalización? A ver, nun entiendo ná…
  •            Decidimos facenos independientes. La República independiente del Cantiquín, gallu
  • -          ¿Decidistis?, …¿quiénes?
  • -          Los cinco paisanucos que vivimos perquí
  • -          Y los de Caborana, …
  • -        Los de Caborana, na. De na. Ficimos usu de la nuestra autodeterminación. Semos llibres pa dicidir. ¡Cai del guindu!

  • -          Ostia! Ta bien. Pero, en qué coyones lo fundamentais

  • -          Na historia

  • -          Úla. De ónde

  • -          Nuestra. La que vién desde la llucha contra el romanu en Caravanés

  • -          Sí, nuntejode… y acaba cuando yereis el pastu de los gorrones

  • -          Xactu! Tamién. Cuando yéramos  el graderíu furtivu del Nou Camp de Sotiellu y glayaba´l acomoador: los gorrones pal Cantiquín

  • -          La,la,la, lalalala, ......

  • -          Qué tatarés

  • -          L´hinu. Nuestru hinu. Los garabataores

  • -          Coño, paez que suéname. Al menos, el títulu.

  • -          Voy cantatelu:

-           
Allá riba
nel Cantiquín,
había na vieya
pelando un  pitín.

Lu pelaba,
lu  pelaba,
lu pelaba

Con tal disimulu,
que nun i dexaba
ni un pelu
nel culo


  • -          Sois la ostia!

  • -          Non . Semos independientes. Métetelo na mollera. A más fundamentu, tópalu na llingua

  • -          ¿Con arbeyos?

  • -          Na fala, mamón. Na fala. No na pitanza

  • -          Si yereis tos tartamúos y por eso nun había dios forma entendevos

  • -          A que jode, ¿eh?. Fala propia y xustificación histórica. Vamos xugánosla: ¡Puxal´l Cantiquin independiente!

  • -          Babayaes de fin del vranu.

  • -          Independientes, Tano. Los del Cantiquín semos independientes

  • -          ¡Delpijo!

  • -          De Elpijo, non. Independientes,  de Caborana




Continuará: la próxima independencia será, 
a lo mejor,  la catalana
 

L L I B R U

viernes, 29 de junio de 2012





Aunque el Blog está en modo de pausa (un poco forzada), la publicación de un libro sobre la historia de nuestro entorno justifica esta nueva entrada. Además, el autor es de Caborana (lo que confirma la teoría de mi amigo, que mantiene que la distancia entre Caborana y Moreda es solo de un kilómetro y por eso subimos con frecuencia al pueble vecino, pero la de Moreda a Caborana debe de ser ladedios, porque no baja ni aparece por Caborana ningún moredense. Yo, al autor, nunca lo vi en Caborana. Siempre en Moreda. Subió para quedarse. Y deducía mal, ya os lo imagináis, situando su origen lejos, en Pallalantrón, por lo menos) y nuestro pueblo es bastante protagonista del contenido de la publicación.

El libro contiene bastantes fotografías antiguas. Muchas de ellas publicitadas aquí, aunque no se nos mencione como fuente de procedencia. Pa qué. Pero, perdonámoslo.

Resulta totalmente sugestiva la correspondencia, de finales del siglo XIX, entre el subdirector de la Hullera, Montaves, y el dueño de la Sociedad, el Marqués de Comillas. Desde Bustiello, tenía que contarle, al Sr Marqués, día a día, todo lo que acontecía en los límites de su imperio. Desde los avatares de las explotaciones de las minas, los incidentes locales, las perspectivas de las propiedades anexionables, las argucias del suscribiente para resolver todo tipo de problemas, las posibilidades de modernización, la evaluación de las diferencias entre una explotación de una mina en Bélgica y otra en Caborana, la aparición de las ideas socialistas por el lugar, el resumen y justificación de una contabilidad analítica, que seguro no se llevó nunca más, desaparecido el susodicho, en la Empresa y hasta las educadas  habilidades que utilizaba para deshacerse de la desagradable compañía del borrachete cura de Boo. Con un estilo impecable, epistolar, de relato  suelto, fácilmente inteligible por quien estaba, en otros menesteres, rezando, pongamos por caso,  a muchos  kilómetros de sus posesiones. Que no solo debía comprender, sino contestar. Porque Montaves, por lo que se deduce de sus súplicas reiteradas, no tenía autonomía ninguna (la realidad, no se transcribe, pero era muy otra). Todo lo contaba solicitando contestación confirmativa. Incluso llega a demandar permiso para acercarse un fin de semana a Gijón a ver a su mujer e hijas que allí pasaban una temporada de veraneo. En fin, muy bueno. Pero, te quedan unas ganas locas de leer las contestaciones del Sr Marqués. Tendremos la ocasión de hacerlo en la novela desmelenada que sé que se está escribiendo acerca de la vida y milagros del susodicho fuera del ámbito laboral y epistolar: familia; amigos; aventuras con la joven de estructura modiglianiana de Grameo, dentro de la Iglesia de Bustiello, disfrazada con los hábitos virginales; su mercadeo hullero de menudencia; los negocios asociados derivados de las instalaciones de abastecimiento alimentario de sus operarios, rezos y súplicas, ...

Los textos del autor te llegan, a continuación de la correspondencia, de sopetón. Un fuerte contraste. Se cita, en los agradecimientos, al corrector de estilo. Menos mal.

Otro apartado dentro del libro lo constituyen las vivencias, leyendas y cuentos, traídos a colación. Cualquier situación, incluso la más boba, puede resultar, por razones coyunturales, de lo más divertida y simpática para los participantes en ella. Pero, insulsa, sin sentido y sosa para cualquier extraño al contexto y a la misma. Leí todas las que se citan, alguna en voz alta para ver si provocaba risas ajenas, y eché en falta la mano, por ejemplo, de Maxi, el de Villalpando, para situar perfectamente al lector, en el momento, lugar y circunstancia, de tal forma que, cuando llegue el momento de la resolución de la pericia, sea, quien lee, un protagonista más de la historia que se relata y acabe descojonándose, como lo hizo en su día el autor. Oficio. De todas formas, algo acaba aprendiéndose: El cafre de Dongermán, el de la Academia, el de las ostias a diestro y siniestro, no solo había sido jugador de futbol en el equipo de la Salle de Bustiello, como nos recordaba él tras sus patadas en nuestras espaldas, sino que era, además, inventor, experto y reconocido luchador de una especie de full contact que se ejercita solo contra sumisos e indefensos adolescentes. Ese oficio, lo  denomina el autor gramatólogo. ¡Hayquejoderse! (No busquéis en la Wikipedia, que aún no se incorporó el término. Estas cosas van despacio)

La relación de fechas y acontecimientos son de agradecer. Yo me enteré que mi casa tiene 103 años. Así que mirar, que seguro que encontrareis alguna curiosa.

Os paso el enlace que posibilita el acceso al libro. También poseo la versión .pdf y .mobi que, gustosamente, remitiré a quien me pase un correo demandándolas 





 

VALOR AÑADÍU

viernes, 22 de junio de 2012







Vuelve la gresca minera. Estamos en ella. Por los recortes. Y con cortes y mas cortes de infraestructuras, como respuesta. Recortes por recorte. Justa correspondencia, que, sin embargo, no encaja bien el poder. Y contraatacan. Intoxicándonos, el sistema, con publicidad engañosa: 2100 € de prejubilación minera mínima. Oye, que yo soy ingeniero de Endesa y cobro 900 €: ¡quiero ser minero! Y yo soy arquitecto interino en urbanismo en Albacete y cobro 1100 €: ¡quiero ser minero!. Pues, anda, que yo soy médico itinerante, con guardias de fin de semana y no cobro ni 800 €: ¡quiero ser minero! Los que no trabajamos: ¡también queremos ser mineros! Y parecen unas razonables aspiraciones. Pues, venga, que, incorporando a todos los ingenieros, arquitectos, médicos y parados a la minería, el coste de la operación sería más barata, es decir, menor, que lo que se pretende apoquinar a una sola entidad financiera. Con el añadido esencial de que de las minas se extrae carbón, que se transforma en energía como valor añadido a la sociedad. ¿Alguien conoce el valor añadido a nuestra sociedad de Bankia, pongamos como ejemplo práctico? A nuestro nivel: ¿Pasaría algo, se resentiría la sociedad, si  desapareciera, o si se cerrara? Pues, la broma del mantenimiento, para nada, de la entidad financiera, se evalúa en miles  de millones de euros (billones de las viejas pesetas), cantidad suficiente para disponer y poner en funcionamiento una mina propia para cada uno de los antojos de los trabajadores de ponerse ojerosos al gusto. A propósito, yo soy minero y: ¡quiero ser dirigente de Bankia!. Vale de milongas. Que hay míseras subvenciones y multimillonarias subvenciones. Que no quiten las de las minas para engordar las de la banca.  La canción dice que las dos ocasiones históricas en que tuvimos que jugárnosla, nos la jugamos. Ahora, las cartas están repartidas, muchas marcadas, otras falsas, las señas pasadas, el público expectante y ya no hay vuelta atrás. Los envites ofertados. Y los mercados, por lo que parece, cerrados. Con tv en directo para Germania. Pero, por favor, no traicionemos a la historia y no perdamos el órdago.

T E R E S I N A

domingo, 27 de mayo de 2012



La del Segundu. La de Pepito. 

Murió.

La madre de Javier. Y de Marité. Y de Manuel. Y de Juani. Y de Carlos. Y, un poco, la de todos los que llegamos a convivir con ella en las inmediaciones del Segundu. Porque, resultaba, tan presta y receptiva siempre, como una madre. 

Con ella rompí un tópico. El de que es imposible encontrar, así por las buenas, mejor cocinera que la madre propia. Partiendo de la premisa de que yo era mal comedor. Vale, vale. Pues, Teresina, entendía yo, cocinaba mejor que la mía, así que, siempre que podía, me colaba en su casa a comer. Y siempre me recibió como un fíu más. Allí tenía siempre mi plato. Sin ninguna distinción. Y todo me sabía a gloria: ¡Qué arroz galopiando! 

Sentados en los sucesivos escalones del tramo de escalera que comunicaba la cocina con el espacio bajo cubierta, ocupando dos peldaños cada uno, el inferior para asentar el trasero y el superior para colocar el plato, nos situábamos los cinco más uno. Así, en progresión ascendente, toda la tropa infantil. 

Ahora, con la perspectiva que dan los años transcurridos, puedo razonar que igual no era por la comida. Que lo mismo era por el ambiente. En ese supuesto, también mérito de la amable de Teresina, que seguramente bastante tendría con lo suyo como para añadir un comensal más a la mesa escalonada. 

Y la anécdota. Alguna cosa tenía que hacer Teresina en Moreda e iba a llevar con ella uno de sus hijos, Juani. Me pidió que lo acompañara, como amigo y vecino. Éramos unos guajes. Para Moreda subimos los tres. Y, estando al lado del la Confitería de Abelardo, se para con una conocida suya y, mirando para nosotros, le espeta: 

  • - Estos fíos tuyos, nun los pué negar: son igual qu´l padre.
 
 
La carcajada de Teresina se escuchó hasta en Morea Riba. Nosotros no entendimos nada. Hoy, también nos sonreímos al recordarlo. 

Finalizo. Vecinos, se nos fue la matriarca. Perdimos la referencia que nos recibía cada vez que nos acercábamos al barrio. Y fueron muchos años. Parece imposible. Pero nos deja, en el recuerdo, su gracia y sonrisa constante, presente iluminador permanente en nuestra dispersión por la provincia, el país, o allende la nación. Amén. 

C O N C E N T R A C I O N

martes, 13 de marzo de 2012


No me paseis el detalle. Sé que os debo el final del concurso de bolos del Sturegoff. El epílogo de la historia del rock. Las aventuras del Isongu, el nuestru, por el sur de Francia de paso a la Itálica. El estudio: El Arte y Caborana. La vuelta de la Guardia Civil a la escuela. Avatares, amigos. Avatares. Ah, y toda la actualidad. Entre ella el nombramientro para la Presidencia de Hunosa de la edil del PP que tuvo la feliz idea, a parte de construir una escalera mecánica desde la Iglesia hasta Les Colomines y el doble funicular, de ida y vuelta, a La Pinga y a Sinariego, la de hacer navegable el río desde Caborana hasta Collanzo Blues Band. Pues, quedándonos en ésto último, el próximo sábado, día 17, a la mañana, hay anunciada una concentración para inaugurar las obras de la primera de las Estaciones Fluviales de la línea de navegación del Río Aller. Lo que, vulgarmente, se conoce como el socavón. El del zig-zag hijoputa que llevamos años estoicamente soportando. Pero que no es mas, según los convocantes, que la excavación del espacio en el que se ubicará el embarcadero y todas las instalaciones completarias de la citada Estación de los Caborana´s Boats. Así somos. ¿No tenemos una piscina enorme, sin agua, felizmente inaugurada, donde a diario se azontan cantidad de vecinos protegidos con cascos de moto en vez de los gorros de speedo que utiliza el resto de la humanidad?. Somos, rápidos, veloces, explosivos, para las inauguraciones. Ya nos cuesta más, por lo que se aprecia, lo de las reparaciones




LUGAR ONDE NOS CONCENTRAREMOS.
A LA VERA L´EMBARQUE



Resumo: Convocatoria para el acto inaugural, al que asistirán dirigentes vecinales y autoridades, si las hubiera, y para la que se recomienda asistir provistos de elementos propios de viaje: maletas, bolsas, mapas, sombreros, pañuelos de despedida, .. es decir, cualquier cosa que pueda dar verosimilitud al evento. El acto finalizará con la entonación coral, al unísono, de la habanera local : ¡ya volverás!, cabrón.

De la reseña en la prensa ya se encargará nuestro Cronista. Que, habelu, hailu.

C U A T R I Á (pal pulgar)

martes, 21 de febrero de 2012


...Viene de.. pa la mano


El negociu, por fuera


La planta baja del establecimiento la conformaban el acceso y el comedor del lujoso restaurante, un pub nocturno de funcionamiento autónomo, la cocina e instalaciones anejas, y los espacios dedicados a la limpieza de todo el menaje, la famosa disk. Por una escalera interior se accedía a la planta sótano, que ocupaba toda la proyección de los locales superiores descritos, donde había un pequeño espacio destinado a almacén, constituyendo todo el resto un gran vestuario, mixto, con instalación unisex de aseos y duchas, capaz para las 30 personas que trabajábamos en el negocio.

Senén era muy recurrente con el asunto de los bolos. Seguramente, cuando uno es bueno en alguna materia, campeón de campeones en el caso que estamos manejando, debe resultar costoso renunciar, aunque se esté en el extranjero y seamos conscientes de la distancia entre Caborana y Estocolmo, de la diferencia idiomática y de las costumbres ajenas, a la aureola del éxito. Y venga. Y dale.


  • - Si vieras, Chepín, una vez en Buciello, que tuvimos que remontar, ..
  • - Ya ta bien, Senén. Que ya me sé de memoria toes les xugaes

No podía con tanta insistencia. Ni con tanta batalla. Ni con tanta victoria. Ni, para finalizar, con tanta nostalgia. Y decidí hallar una solución.

  • - Senén, pa que dexes de dai tanto al tarru, vamos poner una bolera aquí
  • - Ónde, ho?....en Estocolmo?
  • - Si. Y no. Aquí.
  • - En Suecia?
  • - Aquí mismo, ¡cojona! En el Sturehof.
  • - Ya, ya. Y crés que Markus taría dispuestu a dai un giru al negociu y poner una bolera?
  • - No
  • - Entós?
  • - El tinglao boleril vamos montalu nosotros





  • - Cuánto crés que costará to ésto, pa mercailo a Markus?
  • - Mas que to Caborana y Morea xuntos, seguru.
  • - Y, ónde osties pienses sacar tantes perres?
  • - Nun vamos comprar na. Vamos montar la bolera nel sótanu
  • - Aquí debaxu?
  • - Sí. Nel pasillu que comunica el espaciu onde nos cambiamos nosotros y les muyeres

Senén no pudo seguir la conversación. Demasiada emoción. Diagnóstico: hiperinformación con resultado de atasco imaginativo. No lo veía claro. Entendía bien poco. Casi nada. Como hacemos en Caborana plantados ante las situaciones límite, tomó por la puerta del medio.



El negociu, per dientro

  • - Tengo que avisar a la mi hermana a Los Cuarteles pa que mande, nun paquetín, unos bolos y unes boluques
  • - Nun faen falta
  • - Aquí, Chepín, aunque maera tienen asgaya, ni faen bolos, ni boles, y ni siquiera los venden
  • - Tampoco vamos compralos. Tranquilu. Dexa pasu a la xunventú, Senén. Y sobre tó, a la imaxinación.
  • - Pues, cierro el payar y cuéntamelo to de seguío y ensin parar, por favor. Toi nascues!

Se lo conté. Siguió sin entender la mitad. Pero, lo pusimos en marcha. Así.

(Acabaré contándovoslo)


S E M E Y A

domingo, 12 de febrero de 2012


Me llegó como regalo de Reyes. Desde la subida a La Pruvía, por bajo del Segundu. Hay alguna otra foto de la Banda Cruz Roja en otras entradas. Pero me parece que esta es novedosa.






UN MES

martes, 7 de febrero de 2012


Mes.
Tiempo oficial
con principio, final y nombre astral.

Tiempo para vivir,
recibir, reconsiderar,
olvidar, distanciar,
volver, acudir,
despedir, encontrar,
comprender, prometer,
cumplir, celebrar,
reconsiderar, confundir,
renegar, dudar, aunar,
despertar, razonar, deducir, querer,
curar y .... nacer.

Hoy,
se cumple ese mes


HAY VIDA

jueves, 2 de febrero de 2012


Era la hora en la que los niños juegan en las calles de todos los pueblos, llenando de gritos la calle. Al menos eso había visto en Sayuela, todavía ayer a la misma hora. Ahora estaba aquí, en este pueblo sin ruidos. Oía caer mis pisadas sobre las piedras redondas con que estaban empedradas las calles. Mis pisadas huecas, repitiendo su sonido en el eco de las paredes.

Fui andando por la carretera general. Miré las casas vacías, las puertas desporticadas, invadidas de hierba y con las ventanas sin cristales.

(Pedro Páramo. Juan Rulfo. Da la sensación de que los exteriores descritos parecen próximos y rodados en Caborana, pero dar por hecho que Juan Rulfo no pasó por aquí. Hay más Caboranas. Seguro)



Para muchos la música terminó hace cuarenta años. Con la muerte del ídolo. Y permanecen ensimismados en los acordes de su hammon (Jim Morrison, por ejemplo). A nosotros nos pasó un poco lo mismo con la Historia del Rock local. La personificamos en exceso y quedó interrumpida. Por idéntica y cabrona guadaña.

La noche de Reyes había quedado a cenar con unos amigos en Moreda. Cuatro de nosotros, de Caborana. Cuando pasamos delante de nuestro pueblo, por la ronda, nos sorprendió el destello multicolor de unos fuegos artificiales. Retrocedimos desde Sotiello y nos encontramos con la Cabalgata. Con la Cabalgata de Reyes de Caborana. Sigue habiéndola. Y como no hay críos que colmen las aceras y se emocionen y lloren al paso de la comitiva, al estar la población envejecida, se recurre al disfraz. Y tuvimos la ocasión de visualizar a cantidad de gente conocida: Pedrín, Lola, Juan, María, Teresa, Encarna, Miguel,… vestidos de niños. Y comportarse como guajes. Con lujosas gorras para el frío. Con el rostro contenido por el asombro y la emoción. A punto de llorar. No sabiendo precisar muy bien el porqué. Si por el estado de ánimo que provocaba el momento. O por la grotesca situación originada. A lo mejor, por el no volverán. A lo peor, por el, ¡uy!, si volvieran. Agradecí no llevar encima la cámara para no tener que enfrentarme a la doble tentación: la del click y la de pasaros las fotos.

Cenamos como siempre, y las copas, servidas con la elegancia y calidad sabidas, las tomamos en la Teyka. Al cierre, dispuestos a la despedida tras desearnos éxito con los nocturnos regalos monárquicos, uno apunta que, ¡nada de para casa!, que íbamos para Caborana que se celebraba allí su renombrado Cotillón de Reyes. Bueno, ¡qué mal te sienta el Larios!, contestó alguien. Jejeje, seguro que no quedan entradas, se oyó decir por allí, a nuestra espalda, a un cafre de Moreda. Pero, a pesar de que sonaba a broma, decidimos atravesar el pueblo y obviar la ronda. No se veía ambiente especial en la calle. Ni iluminación en el Casino. Estacionamos los coches y nos acercamos a la antigua capilla de los frailes. Y nada más abrir la doble puerta acústica, nos llega el alegre ritmo caribeño de la música y la aglomeración del recinto. Con dificultad, nos allegamos hasta la barra a seguir ronda con otros gin-tonic y nos fuimos adentrando en la sala. Al fondo, la música con la orquesta en formación de trío. ¿Pecaré de machista si empiezo diciendo que la vocalista era una tía potentísima? Las prisas por acercarnos, yo creía que para precisar curvas femeninas, nos aproxima a la formación orquestal para ver que el de los teclados saluda a uno de los colegas, al que nos había conducido hasta el baile. Ante mi semblante de extrañeza me aclara que el músico era también de Caborana. Acabada la bachata, el supuesto lugareño, antes de anunciar la nueva interpretación dice por el micro:

  • - Ay, bribón, bribón, salúdesme porque quiés que te presente a la viuda esta.

Pelo, vestido, medias y zapatos negros se acomodaban a dicha situación civil. Y cuerpo serrano para haber matado al que le otorgaba el título de viudedad, le sobraba.

Enseguida hay una pausa de descanso que, como siempre, deshace entuertos. ¡Por las fotos los reconoceréis!, me parece que había dicho el Señor. Son éstas:





Más música. Más baile. Más regalos. Más copas. Más horas. Y para finalizar, con la alborada y la amanecida guiñando el ojo desde Caravanés, sopas de ajo y chocolate con churros para todos. Intimación colectiva. Salto atrás inmediato, vertiginoso y agradable.

Y como todo, con su…. colorín colorado. Para, a pesar de todos los pesares, concluir alegremente por donde empezábamos. Por el título:

¡ H A Y V I D A !