








L´exiliu ye´l alexamientu impuestu,.......y la memoria, el retornu incontrolau
Publicado por
Un exiliado
en
17:11
3
comentarios
Etiquetas: Sociedá
Ay, mare de deu, ¡oh, el carnaval!. Yo siempre pensé que era una especie de filosofía propia y a la vez, de forma colectiva, del pueblo, que les son dadas, a ambos, a expresarla en un solo día. Día trepidante, de bullicio y placer espontaneo. Mundo, Demonio y Carne traídos a escena ante un espectador reducido y controlador del poder político y religioso, al que por cierto no le eran nada gratos. Carne, Demonio y Mundo, que no había que ir a buscarlos muy allá ya que habitan entre nosotros. Pero, mare de deu, otra vez, pasados unos años de democracia, me cuelo entre bastidores y, nada del mundo al revés, nada de improvisación incontrolada, nada de eso, el poder reparte papeles, diálogos y disfraces, así que todo se queda en un acto festivo oficial mas. Allí donde se celebra majestuosamente, incluso como fiesta local laboral, se malinterpreta el evento y todo se reduce a desfiles multitudinarios radiodirigidos – orden, mucho orden – con charangas, venidas de no se sabe donde, que se empeñan en imitar, a base de golpes cansinos y repetitivos de percusión y de silbato, ritmos brasileiros, para que por un momento pensemos todos al unísono que la Calle Pelayo y la Adosinda – pobres, si levantaran la cabeza – son nuestro sambódromo particular.
Llegados a ese punto, me da que la fiesta carnavalesca está en un momento crítico, como si perteneciera a un pasado ya irrecuperable e incapaz de resucitar. Y ya se sabe, los cadáveres apestan.
Las imágenes que siguen valen mas que todas las explicaciones. Solo habría que recordar a los Entes Públicos organizadores, sufragadores del gasto y repartidores de los guiones de cada cual, que:
La fiesta y´ un azúcar d´algodón,
que hay que palpalu, lamelu, fisgalu,
tos con idéntica fruición
Y, nun nos val,
enteraivos,
l´azucar en terrones,
standariceu
Pero, que no cunda el pánico. Nos quedan los frixuelos. Un poco de harina, leche, huevos y sartén para freir. Vuelta y vuelta. Finos, muy finos. Endulzados al gusto, con azúcar o miel de tilo. Quizás no lo recordéis, pero Pedro el hermano de Toño La Campa, el de los Cuarteles, furtió muy joven para Francia y allí pasó a llamarse, cosas del chauvinismo francés, Pierre Lacamp, alcanzando gran fama como director de la revista La Cousine Francaise. Junto con el catalán Inaci Domenech publicaron muchos artículos acerca de los frixuelos, a los que empezaron a llamarles creps. Anda, que Pedro pasara a llamarse Pierre, se comprende. Que La Campa, su apellido, se convirtiera el Lacamp, también. Pero, para llegar de frixuelu a creps tuvieron que estropear muchos en su sartén y echar ladedios de cagonmimantos en asturiano y en catalán. Así, que, por si acaso, seguir mi consejo: solo vuelta y vuelta. Venga,... a ello.
Publicado por
Un exiliado
en
18:59
2
comentarios
Publicado por
Un exiliado
en
19:02
5
comentarios
Publicado por
Un exiliado
en
19:41
6
comentarios
Etiquetas: Sociedá
Publicado por
Un exiliado
en
14:56
3
comentarios
Etiquetas: Sociedá
Novela cortuca. Casi ná. Apenes una reflesión. Sobre la morriña. Sí, esi sentimientu de nostalgia esperanzá d´un regresu, pa topase con:…. (jodíu destín) otra cosa.
Pa ello, céntrase na historia d´una rapazona de La Pinga que tién que colar del pueiblu a servir a otra provincia. Allí acaba llevando una vía normal, como la que manexamos casi tós, siéntiéndose, al cabu unos años, una cazurrina mas.
Pasaos unos lustros, decide tornar a Caborana y va encontrando per les caleyes, secuencialmente, a tos los conocíos y familiares sobrevivientes qu´había dexao nel llugar , totalmente cambiaos y con los que nun pué mantener conversación alguna. El azar, que nesti Blog, dicho sea de pasu, tópase comodios, poni delantre a un paisanu que, cuando mozos, antes de furtiar ella del puiblu, habíai tiraoi los texos, sin llegar a frutificar l´ofrecimientu varonil.
Deciden topase a oscures, tarde, na cuesta del Terceru, pa ver si puén retomar la relación. Pero, ay amigos, na yera como antes. Ella había manteníulu siempre presente en la suó mollera, veíalu munches veces en sin velu, y hasta recordaba los detalles de la única vez que habíen chao una bailará en La Pevidal, y él,…ay él,...Él nun s´acordaba de ná. Y nun solo eso, falando co nel yera como facelo con un desconocíu garrulu.
La reflexión apuntá al iniciu: El tiempu nun pasa en balde, vecinos. Cambia les coses. Cambia a los otros. Cámbianos a nosotros, tamién. Y cualquier intentu de volver a topase con un tiempu y una situación pasá ye una utopía. Y una decepción. Perserverar nello, ye mantenese na inorancia.
Eso cuenta Pila na novela
To lo escrito supón un desfacer les maletes traíes desde Caborana al Exiliu, cargaes a esmochar de agradables recuerdos y vivencies que conformen un cachín de la historia real de nuestru pueblu: Macondo, en madreñes
Diseño original por Nodethirtythree | Adaptación a Blogger por Blog and Web