Éramos un poco mas jóvenes. Cuando todas las semanas el programa estelar de la televisión de un solo canal era el UN, DOS, TRES. Algún tiempo antes, la cita semanal, con un evento de estructura concursal muy similar, padre, por tanto, del formato televisivo, tenía lugar, recordar, en El Olimpia de Caborana.
Así lo pilló un día y se atrevió a plagiarlo el Ibañez, después de que una tarde el azar, cuando efectuaba un viaje en automóvil desde Boñar a La Capital, le invitara a hacer un alto en el camino para tomar una pinta en Ca Goro. Sorprendido al apreciar la ordenada cola que partiendo del Teatro doblaba ya por la Calle del Bote, cuestiona acerca de la sorpresiva aglomeración.
- - Y, ¿esa gente?
- - Van pal teatru
- - Qué es ese edificio, entonces, ¿el teatro local?
- - ¡Nuntejode!, qué va ser. Ye´l Olimpia
- - Joé!. Vale, vale. Y, ¿qué representan?
- - Hoy toca el UN, DOS, TRES, …ACIERTA, SI PUÉS
- - De,..¿Jardiel Poncela?
- - D´ onde dices, rapaz…
- - De Jardiel Poncela
- - No. Qúe va. Jilipollas. De Caborana. O, ye que ¿ nun lo ves?
Aficionado a las representaciones teatrales, y curioso por demás, a través de Sidro el chigrero, consiguió una entrada en uno de los palcos laterales de la planta baja y satisfizo plenamente su deseo de averiguación.
En el concurso se participaba por parejas, era eliminatorio, y había que contestar alternativamente, por un importe monetario por respuesta acertada previamente establecido y enunciado, a las cuestiones que tortuosa y confusamente se formulaban.
- - La Reguera tiénenla fecha una yacería. Por allí, la verdá, ye que nun hai quién pare. Anda que pa parir, parir, los animales. Y, ya puestos, pa animalón el Xuanón el de Cabanaquinta, que mató a un osu dandoyi un fuerte abrazu al confundilu el bichu con una fiera del su xéneru. Y, a propósito de xéneru, por lo que ye media perrina, en 30 segundinos de na, pallabres castellanes de cualquier xéneru. Por exemplu,...
- - Pazguatu
- - Pazguatu
- - Neutru
- - ¡¡¡Traaaaaaaaaa!!!!. ¡¡¡Burrooooossss!!!. Nooooo. Eliminaos.
- - ¡Tu madre!
- - Meyor, en tou casu, del xéneru neutru, serálo la tuya
- - Cazurrona del pijo. Hijaputa
- - Venga, dexaivos de pijaes. ¡Pa casa!. La siguiente parexa
- - Nosotros d´aquí nun marchamos, porque nun nos equivocamos. Y puestos a hablar de madre, anda que..
- - ¿Qué?
- - A ver a coru: ….¡Que buena ta la María,la María que buena ta!
- - Garraime, que los mato
- - Ostia, llamai a Manolín el mucipal. ¡Rápidu!. Qu´esto acaba en traxedia
Por el escenario pasaron, para intentar sacar alguna perruca, todo el vecindario local. Y de alguno de los pueblos de los alrededores ya que, en principio, estaba abierto a todos los ayeranos, con tal que no fueran de Moreda. Allí se decía que no les dejaban concursar para que no reventaran la banca. Y desde aquí porque sabíamos que no daban juego, ya que no pasaban del primer corte preclasificatorio que se efectuaba en las aulas de los Frailes. Aseguran que en ningún supuesto, en ninguno, tras la primera respuesta, siempre regalada, llegaron a responder dos palabras acertadas seguidas. Ni dos. Por esa singular, extraña y anecdótica razón, pasaron a la historia como gente de una sola palabra. Transcurrido el tiempo, ahora, ellos presumen de su nobleza y entereza. ¡Personas de una sola palabra!. Nosotros, transcurrido el mismo espacio temporal, ahora también, somos conocedores de su pasada ignorancia. Concursos. Y paradojas.