GPS.... PA LOS TAXIS

LNE
Los taxistas tendrán un GPS en Aller

CABAÑAQUINTA será la base desde donde operará un sistema GPS que atenderá el servicio de los taxis de toda la comarca. El Ayuntamiento acordó ayer la cesión de un local para la instalación de este servicio.

• - Joder, por ónde vas

• - Por onde diz esti aparatu

• - Pero, si la Pruvía ye eso. Para. ¡Paraaaaa….!!!!!!!

• - Ya, seralo, pero el GPS mándame tirar pa baxo. Nun pueo parar.

• - Tira pa onde te de po los güevos. Allá tu. O vas por onde siempre, o yo nun pienso pagate

• - Yo cumplo lo que diz Villalta

• - Pues, entós que te lo pague él, nun te jode

Y hablando de taxistas me viene de inmediato a la mollera el nombre de Paquirri….

Paquirri antes de tener su famoso 1500

Lo que un hombre puede llegar a estar enamorado de una máquina queda fielmente reflejado en el cariño de Kiko por su automóvil. Muestras de afecto idolatril y efusivo que hacía permanentemente patentes en proclamas al sol de sus cualidades técnicas, de diseño, mecánicas y ergonómicas. De todo un poco.

Siempre se comentaba, a modo de chiste aunque el hecho fue cierto, la ocasión en la que Kiko quedó encerrado en la Canellada, cuando habiendo ido desde Caborana a Oviedo llevando un enfermo mental de nuestro pueblo – como sin nun hubiera coches en Caborana, encargáronilo a ún de Morea y, ale, salimos en toa la prensa - , al llegar a la recepción hospitalaria, apeándose del coche, empezó a dar vueltas a su alrededor levantando los brazos con claros signos de loa hacia el voiture, gritando:

• - Esto nun yun coche. Esto nun yun coche. Nin siquiera ye un aiga. Esto ye un avión.

Detalle de los elementos de despegue y aterrizaje
del avión de Kiko

Los profesionales de la siquiatría no tuvieron ninguna duda de a quién traían a ingresar y allí pasó el taxista unas horas retenido hasta que las fuerzas vivas locales tiraron de teléfono para llamar al Vazquezprada, director de La Región, vecino consorte de Nembra, a fin de que utilizara sus influencias políticas para retornar a Kiko al Conceyu.

Siendo alumno de la Academia de Don Alemán, como era recomendable para la salud personal el pirar de vez en cuando, yo me pasaba buenos ratos escuchando a Kiko junto a la parada de taxis, cuando deambulaba alrededor del 1500 y acababa soltando :

• - Esti coche ye la ostia. Los limpiaparabrisas indíquenme el númeru del cupón que tengo que mercar

Supongo que, como todo buen jugador, ocultaría sus pérdidas. Las ganancias, por razones obvias, también. Y la gente ponía el oído al zig-zag del mecanismo de las aspas limpiadoras, pero no le transmitían daqué. Y menos, que les susurrara: venga que hoy va a acabar en 7. Por lo menos, para que te tocara lo jugado, decían los vecinos. Nada. Nada de nada.

• - Si, ho, paez que nun hablen, no, pero esi ronroneu a mí trasmíteme la información numeril aleatoria que asina los premios.

El interior, siempre impecable

En otro momento, recién instalado en el automóvil un potente motor diesel Perkins, del que todos recordareis el infernal, asqueroso, desarmador y molesto traqueteo que cogía una vez puesto en marcha, con el coche en relentí, Kiko muestra atención a la desagradable cadencia ruidosa y empieza a explayarse:

• - El leve zumbíu del nuevu motor faime percibir en los mios oíos la música universal. Y pueo llegar a distinguir con claridá una transición de una mayor a una sétima disminuía, el avance y progresu de la música barroca, les variaciones vulgares del Vieyu Peluca o les obertures del Mesias de Valdefarrucos.

• - Oye, Kiko, tu, ¿nun tarás sordu?. Lo que se oye ye solo ruíu. Munchu ruíu.

Dicho y fecho. Y esta vez el gallasperu del Cebolla acabó en La Casa España, en la consulta del Dr. Buylla.

La radio, por si acaso, siempre sintonizada con
Radio Malvís 44.4 OC, de Caborana

Hoy, si viviera, Kiko tendría no solo el GPS que va instalar en los taxis nuestro boyante Ayuntamiento, sino wifi para los viajeros posteriores, Tv en directo de los canales pornos afrikaines, ronroneo cuadrafónico para acompañamiento al siesteo vespertino, iphones de gorra, silenciosos acompañantes virtuales para los univiajeros necesitados, amplia terraza superior, agitadores gluteares disiparadoras de las celulitis indeseadas,…y alguna ocurrencia agradable que añoramos y de las que estamos faltos