El reclamo era económico: una paga que rondaba las 180 pesetas al mes, con dos meses de anticipo, y cuatro kilos de azúcar, una lata de aceite y tantos panes como hijos tuviera la familia del alistado. Empujadas por el hambre, miles de familias enviaron a sus hijos al matadero.
Aquellos kafres africanos los tuvimos con nosotros hasta el año 1951. Y durante su estancia obligaban a las familias, que supuestamente eran simpatizantes republicanas, compuestas exclusivamente por mujeres y niños, a tener en sus casas, como posaderos becados, a los moritos de los güevos, dando origen a todo tipo de comentarios malintencionados que incidieron en la reputación posterior de aquellas santas.
La Ley de la Memoria Histórica vino, entre otras cosas, a reponer el orden a todos aquellos desagradables acontecimientos. Aunque célebres personajes como Pérez Reverte, académicos ellos, no lo entiendan y no sean capaces de trascender la anécdota del simple cómputo de fémures en una determinada exhumación de una fosa común. Cargos.
Pues, amigos, ahora se va a resarcir aquel daño. Tarde, pero sí. Metiendo una mora, joven, potente y cojonuda, en las mismas casas de entonces para obtener el resultado contrario, de tal forma que: mas, menos, igual a masmenos, cqd ( como queriamos demostrar)
- - Sindo, ¿tas en casa?
- - Sí, oh, ¿qué quiés?
- - Ye que traígote un recau
- - Cagonmimanto, pa eso nun fai falta llamar. Sube.
- - ¡Ostia!,…y…¡esa hembrona!...¿cambiaste de mujer?
- - No. Qué va.
- - Ye igual, pasai, pasai
- - Esta mozona vién a quedase en tu casa
- - La mió Sara ca vez ye mas vaga. Qué fue, ¿que la contrató como ayuda doméstica?. Toi viéndola. Ale, déxame de pijaes y devuélvela pal INEM
- - No. Sindo no. Nun ye cosa de la tuó mujer. Ye cosa de Zapateru. Solo tienes qu´hospedala y luego,…..to lo que t´arregles co nella
- - Anda, ¡quita p allá!, que como llegue Sarona y vea a esta hembrona aquí móntame un pifostiu de ladedios
- - Ye cosa de la Memoria Histórica
- - Dicho sea de pasu, y tirando de Memoria, yo nunca ví hembra igual. ¡Qué tetes!
- - Anda, que si la ves moveles cuando danza,…
- - Imagínomeles. Vaya traqueteu mamariu
- - Déxate d´imaxinalo. Mírales: ¡aliab azapar!
- - ¡Coyones!. Para, para,…que esto nun ye un puticlú
Desta manera y desparpajo sei sentó la mora
en el sillón de la cocina-comedor de ca Sindo, en Les Colomines.
Cagonmimanto, como pa contenese
- - Bueno, ella va tener que vivir con vosotros, así que meyor aproveches toes les condiciones naturales que tién y…¡qué nun se diga!...¡Dayi pol gustu!
- - Por ¿onde?. Qué ye, ¿que no lo tienen onde les nuestres?
- - Sí, paeces bobu. Eses son les brasileñes
- - Ah…Oye, y ¿qué dirán pol pueblu?
- - Como siempre. Unos que vaya suerte que tienes, cabrón. Y otros que pobre Sara, que va tocai una época de cuernos y astinencia sexual
- - Y, esti chollón, cómo dices que se llama
- - Memoria Histórica
- - Y quién osties dices que lo recuerda
- - Zapateru
- - ¿Fariñas?
- - No,…el otru
- - ¿Luis, el de la pata palu?
- - No cojona, el cazurru. Pero,.... por qué esi interés en sabelo
- - Cagonmimadre, ye que, como pa nun ser agradecíos.
NOTA: Tó queda en casa.
La foto ta tomá por Caborian
1 comentario:
Probe Sara, con esta morona en casa Sindo no va poder atendela.
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