Hubo otro tipo de construcción que llenó cada rincón del espacio local, edificable y del otro, mas allá de las propias viviendas y de Les Cocheres mencionadas, floreciendo como pecadores y malolientes campos de podres lavandas. Nuestras Curripes.
Hace muchos, muchos, años,….
Tuvimos un acontecimiento en Caborana del que yo no tengo noticia directa pero que aparece recogido en el libro:
Amigos, esta es la crónica cierta que aparece en el libro citado y que avala científicamente el acontecimiento que nos ocupa.
A los pacientes del Sanatorio de Bustiello les permitieron salir y acercarse a Caborana. Algunos con muletas y otros con brazos en cabestrillo o con cabezas vendadas. Unos pocos sostenían sus goteros y, los que estaban recién operados, eran llevados, en sus propias camas, carretera arriba, empujados por sus familiares y amigos.
Los habitantes de los pueblos de las Comarcas del Caudal y del Nalón hicieron caminatas de hasta cinco horas para atisbar a las aspirantes a Miss Curripa. Caborana pasó, aquellos días, de los 3.000 habitantes a los 13.000, cantidad en la que se cifra el número de asistentes al jolgorio competitivo.
Abría la comitiva las autoridades locales, Alcalde y alguno de sus Concejales, junto con las personalidades más importantes. Luego, un faetón en cuya caja se sentaban los miembros del Jurado. Detrás, la chicas . Y la cerraba un antepasado de Tista el Heladero y el Sacamuelas local, ambos de traje, el primero con sus mangas tan largas que le tapaban las manos y con el cuello de la camisa tan grande que, abrochado y con corbata, permitían verle libremente su clavícula, como mentable dato fisiológico personal.
Todo ello afectó a las concursantes, que por espacio de tres horas tuvieron que pasear sacando pecho y marcando caderas, con sonrisas y miradas insinuantes, intentando que los catetos del jurado las seleccionaran. Pasaron dos horas en fila y otras tres mas posando para los espectadores. Con el sudor y la mierda, sus rostros tenían una policromía encharcada, ennegrecida como con hollín de fornicu, lo que a la muchedumbre encantaba, ya que les parecía estar delante de un sinfín de reinas de las belleza africana.
La primera vuelta del concurso acabo al atardecer. La semifinal se celebró dos días mas tarde con idéntico recorrido. Una vez mas, decenas de miles de ciudadanos afluyeron para contemplar el nuevo desfile, pero el cordón de la guardia civil fue mayor para que los hombre no pudieran sobar el trasero de las concursantes , teniendo que contentarse con acosarlas a distancia con miradas lascivas y comentarios picantones.
Tras la semifinal, pasaron a la final 10 mozarronas y, para sacar negocio al evento, se pensó llevar el desfile a una pasarela dentro del Olimpia y cobrar el acceso, a lo que hubo que desistir por la revuelta popular originada por los que supuestamente no iban a tener posibilidad de acceso al interior.
Concluido el Concurso, aparecieron las envidias, primero en el querido pueblo adyacente de Moreda, que trasladó su disgusto a críticas pagadas en los periódicos provinciales, comentando que representaba un retorno hacia los valores feudales y que pisoteaba la autoestima de las mujeres. Y que para esos pisoteos, notejode, no hacían falta concursos, ya estaban sus Humanitarios. Para añadir mas leña al incipiente fuego, las mujeres eliminadas filtraron anónimamente que los jueces habían aceptado sobornos sexuales de alguna participante premiada. De las otras nada se dice, insinuándose que tornaron vírgenes a sus localidades de origen.
Por razones que se desconocen, el evento no llegó a repetirse
Yu Hua
Caborian
4 comentarios:
A mi me suena que la que ganó el Concurso fue La Pecthuna, que luego se quedó a vivir en el pueblo, teniendo una recua incontable
Escatológico Caborana. Mierda.
nada, nada, la mejor la polda
¿Tantos años le echas?.Cres que, ¿participaría en el concurso?. >A ver Exiliau, contesta, si lo sabes
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