47 FICXIXóN

sábado, 21 de noviembre de 2009





Comenzó el Festival de Cine de Gijón. Cual no sería mi sorpresa cuando al analizar la programación a concurso me encontré con la siguiente película:









MAL DIA PARA PESCAR

Manolín Daidai. Caborana, 2009. España. 99 min.
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Seleccionada en la Semana de la Crítica de Cannes y candidata al Oscar de habla no inglesa, esta adaptación de un relato de Leonsssio Camporro constituye un inspirado híbrido entre comedia y drama, con pinceladas de western y cine negro. El forzudo caboranés El Tigre del Cachu Pan (Invencible, El reino de los cielos) encarna a una vieja gloria de la lucha libre que subsiste gracias a los bolos que protagoniza en pueblos remotos del Altu Aller - LLananzanes, Valdeverruga, Riomañón, Otambo ... - y que su embaucador manager El Manja (Gary piquer, Cenizas del cielo, La caja Kovak) se encarga de amañar. Pero cuando en su camino se cruza una voluptuosa femme fatale - La Aspirina - , la ya de por sí escasa estabilidad del negocio amenaza con derrumbarse por completo.


COMO UN PATO POR EL MANZANARES (1)

sábado, 14 de noviembre de 2009


Recibí un correo electrónico en el buzón del Blog. Del monosílabo del remitente, deduje que era una mujer. Y por la estructura, forma y sintaxis, me pareció que tenía que ser joven. Tras varias contestaciones y reenvíos por la red, dado el interés mostrado desde el otro lado de la virtualidad por ciertos aspectos locales, quedamos en vernos en Caborana.

El próximo día 11, sobre las 12,30, por ejemplo.







La mañana soleada del día 11, un poco antes de las 12, la jornada convenida, entraba despacio con mi oscuro y sucio Subaru por Valdefarrucos. Pasada la Fuente Viaonga, me di cuenta de que no habíamos precisado el punto de encuentro. Solo: en Caborana. Así que, argumentándome que ella vendría también en automóvil, estacioné el mío en el aparcamiento del lado de la Iglesia. La mujer no podría hacer otra cosa diferente tampoco, reflexioné masculinamente.

A pesar de que aún faltaba media hora para las 12,30 convenidas, como habíamos quedado sobre esa hora, no exactamente en ella, y por si resultaba que la joven era tan puntual como yo, lo mismo podía ser aquella garbosa y desconocida chica que venía por la acera de enfrente, llegando a la altura de la Caja de Ahorros. Crucé precipitadamente la Carretera y la apunté con la mirada interrogativa precisa. Pasó a mi lado sin percibirme. Me giré para verla continuar su decidido caminar hasta la altura del Bar La Amistad. Cómo iba a ser aquella rapaza si aún faltaban 25 minutos para la hora acordada, ¡tonto!, me autotranquilicé.





Volví al espacio del aparcamiento. Me acerqué
a la baranda posterior y observé largo rato el Economato. O lo que hoy queda de él. Y me acordé y me ví corriendo, entrando, bajando, colgando de las barandillas …. Uy, ahí entra un coche en el aparcamiento. Lo conduce una mujer madura, de buen ver. Quizás me hubiera equivocado en la deducción de la edad. Normal, habían cambiado tanto las formas de las mujeres en estos últimos años. Era ella. Busca y rebusca en el desierto asiento del copiloto. Supongo que algún elemento identificativo, tal que un cartel con el: SOY YO. Parece desorientada. Sale del Ford y abre la puerta posterior derecha, de la que salta un alegre snhauzer salipimienta. No percibe mi presencia. Camina hacia la salida del aparcamiento, dejando el tiempo preciso para que el perro, con cada saludo, levantando marcialmente su pata derecha, marcara y humedeciera las ruedas de los pocos coches estacionados. También el mío. Corro a interponerme circunstancialmente en su paso. Pero solo consigo que sea el perro quien, a través de un ronco e impropio gruñido, me interrogue. Y tú, dónde ostias vas. Ella tira seca y enérgicamente de la correa y lo acerca a su presencia, acelerando el paso hacia la subida a Les Colomines. Quieto. No pasa nada. Tampoco tendría por qué ser la esperada. Estábamos aún a las 12, 17 horas.



..... Continuará



ESTAFERIA 04

domingo, 8 de noviembre de 2009





Apareció un nuevo número de la revista municipal. De Caborana, na. Tendremos que esperar a un número monográfico. Le dejé la publicación a una compañera que se mueve en ese terreno cultural. Cuando me la devolvió le pregunté:






  • - Qué, que te paició
  • - Na. PAYFLOSA
  • - Cómo ye, ho
  • - PAYFLOSA : PAjaros Y FLOres Sociedad Anónima
  • - Ahhhh


LOS FRAILES ( 8 )...QUIÉN NOS ENSEÑABA

lunes, 2 de noviembre de 2009



El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas había nacido como un remedio ante la insuficiencia de las clases populares y de los pobres de alcanzar educación para sus hijos. El medio para solucionarlo que se propuso S. Juan Bautista de La Salle consistía en formar maestros capaces de comunicar el espíritu cristiano a través de su enseñanza, su vigilancia y su ejemplo, viviendo en medio de sus alumnos.




Canónicamente se había constituido como una congregación de religiosos ligados por los votos de pobreza, castidad y obediencia, de estabilidad y de enseñanza gratuita.

La originalidad del Instituto en las fechas de su creación consistió en que, por una parte, elevaba la profesión de enseñante al nivel de vida consagrada a Dios en su integridad, profana y religiosa. Por otro lado, esa consagración se refería a la totalidad de sus actividades en orden a su misión de educadores cristianos en el medio escolar. Y, finalmente, se establecía para los Hermanos la especialización mediante una formación apropiada a la finalidad profesional y pastoral que caracterizaba al Instituto. Fue, por tanto, en sus orígenes, una iniciativa en la que se valoraba al mismo nivel la capacitación profesional y la vocación religiosa.

Cuando el Instituto llegó a España, el país se encontraba
en pleno reverdecer de las órdenes religiosas con fines benéficos, asistenciales y educativos. Las dedicadas a la enseñanza seguían todas, más o menos, el mismo esquema general: asentaban su labor educativa en una sólida vida en comunidad y en la preeminencia en cuanto a los objetivos formativos de la formación cristiana sobre la académica.

En el caso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, la formación que recibían quienes ingresaban en el Instituto era la siguiente:

Ingresaban entre los 13 y 15 años en el Noviciado Menor, que hoy llamamos Aspirantado. Dedicaban la mayor parte del tiempo a estudiar todo lo que les preparaba a ser, un día no lejano, maestros. El Bachillerato no entrará como programa fijo hasta 1941.





A los 16 años el aspirante pasaba al Noviciado con el nombre de Postulante. [...]. En estas fechas el Postulantado duraba seis meses, pero hubo tiempo en que sólo duraba dos.

El día señalado, el postulante considerado maduro
, empezaba su Noviciado e ingresaba oficialmente en el Instituto con la Toma de Hábito. El Noviciado duraba 12 meses... Estudios sobre el Instituto (Reglas, Fundador, Colección, Historia), sobre la vida religiosa (votos, oración, liturgia, devociones), algo de Teología y más de Catequesis. [...]
Pero, más que nada, se ejercitaban en la oración... "Es el primero y principal de los ejercicios diarios" ha dejado escrito el Fundador en su Regla [...]




Al acabar el año llamado de probación, pasan al Escolasticado. La vida diaria sigue semejante a la de una escuela ordinaria, en la que cambiásemos la clase dada por la clase recibida o el estudio. Continúa el ritmo de vida religiosa ya emprendido, pero se reemplazan los ratos de estudio espiritual y de oración extraordinaria por estudios profesionales: pedagogía, catequesis, y todas las asignaturas que luego han de enseñar.

Un grupo, cada vez mayor, se examina de Magisterio ya en el mismo Escolasticado. Estos estudios duran uno o dos años [...]




El día que señala el H. Visitador, uno u otro, o un grupo entero, recibirán la "obediencia" que les envía a regentar una clase de chavales pobres.

La preparación profesional parecía quedar en un segundo p
lano, buscándose más el fomento de la vida de piedad y la preparación catequística. La finalidad primordialmente doctrinal de los colegios quedaba así plenamente remarcada. Teniendo presente que su dedicación principal sería la enseñanza primaria, como punto de partida podía bastar lo que se había estudiado en el Escolasticado. Sin embargo la formación que recibían los Hermanos no quedaba ahí. El Instituto tenía prevista una formación continuada de sus miembros, no sólo en el aspecto catequístico y teológico, sino también en el pedagógico y académico.







La actualización técnica del sistema catequístico se realizaba todas las semanas en una sesión realizada ante la comunidad por uno de los Hermanos, los demás escuchaban e intercambiaban opiniones sobre posibles mejoras. Los estudios teológicos se iban completando a lo largo de los años. Se hacían dos exámenes anuales: en Pascua y en Julio. Los Hermanos no estaban obligados a someterse a esos exámenes, aunque sí a estudiar media hora cada día temas de teología o religión. La realización de los exámenes les liberaba de tener que dar cuenta a diario de lo estudiado.

Venían luego los estudios profanos o científicos... la Regla de Gobierno prescribía, hasta los 40 años de edad, el responder continuamente a los exámenes y controles internos que debía organizar el distrito -sólo la posesión de un título oficial dispensaba, en aquellas fechas, de 4 exámenes por año.




El Distrito -normalmente desde el Escolasticado, y bajo la responsabilidad de ese Profesorado- enviaba a las comunidades cada mes unos "temas de composición", sobre lengua, cálculo, historia... Los Hermanos estudiaban siguiendo las orientaciones que acompañaban a los temas, y respondían a ellos. Y en Pascua, se juntaban un par de días en un colegio importante y eran sometidos a exámenes escritos y orales, de conformidad con los asuntos estudiados en ese curso. [...]

Y, por fin, los exámenes oficiales. Ante todo el Magisterio; que desde 1914 va a ser conseguido, en sus dos grados, elemental y superior, con cuatro años de estudio. [...] en el año 1926, cuando se husmean ya cambios políticos en lontananza, el hecho de estudiar y examinarse oficialmente (ya incluso de Universidad), era la situación general.