..CONTANDO EL CIENTO X CIENTO ...

jueves, 19 de mayo de 2011


...Continúa
esta especie de historia interminable,
despidiendo a ciertos personajes locales





I S O N G U


De Isongu, El Nuestru, se pueden destacar todo tipo de atributos. Los tuvo casi todos. Valentía, disposición, gallardía, ironía, capacidad improvisativa, destreza,… Nosotros aquí le dimos el espaldarazo tratando el tema de su traslado a Roma para colaborar en la casuística jurisdiccional latina. Y allí, ya lo sabéis por haberlo leído en el Blog, aportó su sapiencia al universalmente conocido después como Derecho Romano y, más tarde, a la lógica jurídica occidental. ¡Casi ná!.

Es verdad que también tuvo sus devaneos. Calentucu él, hizo por las colinas romanas de las suyas – en la de Mario, en la entrada de lo que ahora es un convento y hotel hay una piedra, que simula a una muyer espatarrá, conmemorativa de aquellos eventos – cohabitando con varias ciudadanas romanas y otras tantas, por lo menos, esclavas, que parieron por allí a bastantes Isonguinos pequeñinos. Y, qué. Por qué, desde la estrechez moral local, se le reprocha. Un adelantado a su tiempo, es lo que fue. No lleva Cascos produciendo recría con tres mujeres diferentes y nuestro Obispo nos recomienda que, a ojos ciegos, le votemos. Seguramente, se justificará ante el Altíssssimo gramaticalmente, diciendo que todo se debió a una leve falta de ortografía, al escribirlo con uve el Sr. Obispo, cuando quiso deletrearlo con b. Botarlo… Entonces, por qué, tirando de la misma lógica, no vamos a loar nosotros a Isongu. Lo que no acabo de entender es la razón por la que no hay instalada una escultura ecuestre suya en la Calle´l Bote.



LEONTINA


Acabó retornando a Caborana. Con un carromato repleto de libros. Y divulgó su conocimiento desde el único lugar al que él sabía que asistía todo el mundo. Desde el chigre. Y, a modo de los que había visto en Pompeia, montó el primer chiringuito local, atendido por unas despechugadas rapazonas de Carabanzo, que habían servido copas previamente en el campamento romano allí asentado que, dicho sea de paso, distraían libidinosamente, la lectura de los textos de práctica civilista por él importados, a todos los clientes.

Voy a abrir al azar una de las hojas de uno de aquellos textos y pasaros, a modo de despedida de Isongu en este Blog, un caso en el que él intervino, para finalizar la saga, añadiendo que, quien tenga interés en profundizar en el asunto, y no sea ni concejal de cultura ni de Moreda, los tiene todos perfectamente ordenados, para su consulta, en nuestra Flora Library


  • - ¡Isongu!, ¡Isongu!
  • - Ya tan otra vez. Que yé, que ¿nun pueo ni calcala tranquilamente?
  • - Tenemos una demanda urgente a la que no le vemos solución
  • - Joder, y, ¿cómo arreglo yo ésto?
  • - Acabará deshinchando. Ya verás.
  • - ¿Qué pensará Leontina?. En Caborana, to lo que empezamos damosi finalización
  • - Vamos, que para ti, será un segundo
  • - Nel Segundu me prendisteis, cabrones, barriu no cimero de la ladera sur del pueblu
  • - Mira, están aquí estos dos ciudadanos romanos. Uno se llama Ticio y el otro Seyo. El primero tiene un hórreo y el segundo una finca. Ticio, que no tenía tierra en la que poner el hórreo lo colocó en la finca de Seyo. Ahora quiere retirar el hórreo y Seyo dice que, tararí que te ví, que es suyo. Y no sabemos qué disponer
  • - Tais como maces. A ver cómo vos lo esplico.
  • - Estamos escuchándote
  • - Seyo yel dueñu del prau y, según vuestres disposiciones, to lo que se faga y se costruya sobre él, por ser el dueñu del bien, ye suyo.
  • - Eso pensábamos nosotros, pero Ticio quiere pleitear, no se aviene a ese razonamiento.
  • - Esi ye asuntu suyu
  • - Así que Ticio, ya lo oíste: te jodes y te quedas sin hórreo, por ignorante y bobón
  • - Quietos paraos, que nun acabé.
  • - Con lo que dijiste damos por resuelto el caso. Además Ticio, es de la Colina del Aventino y no es amigo nuestro
  • - No está resuelto. Falta lo más importante. Ticio, tién un hórriu, ¿nun ye eso?
  • - Claro, por ahí empezamos
  • - Y, qué ye un hórriu
  • - Lo sabes tu de sobra, Isongu. Tenéis Caborana lleno d´ellos
  • - Por eso lo digo. Un hórriu ye un montón de maera que, convenientemente ensamblá, sin ningún clavu, ármase como un mecanu, pa cabar conformando esa construcción megalítica de la que falamos
  • - Y, qué es, ¿qué la forma de hacerlo tiene algo que ver en el asunto?
  • - Por supustu, ¡mazcayos!. Esa forma facelu ye la característica principal del eventu. Ye dicir, falando ténicamente, ye un bien mueble
  • - Menudo mueble, ¡cómo para meterlo en el salón de casa! Eres un liante, Isongu
  • - Sigo. Que nun acabé. ¡Maleducaos! Y siendo un bien mueble, nun existe derechu de quedase con él pal que sea propietariu del prau onde se ponga
  • - Ostia, Isongu, estás en tu papel favorito. Dándole vueltas al caso
  • - La xusticia ye lo que tién. Ye eso. Retorcer concetos y argumentos. Asi que, ale: Seyo que siga sembrando patetes, y si quier un hórriu pa guardales que lu merque, y Ticio que amontone tos los tablones al pié casa pa cuando tenga tierra onde espetalu
  • - Eres un fenómeno
  • - De la Calle´l Bote, jurista del pijo. Y, hablando de pijo, ya se me olvidaba, vuelvo onde Leontina a ver si pueo atemperar ésto.
  • - Gracias Isongu. Qué sería de la justicia romana sin ti.




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PREMIO POESIA




Esta misma semana se falló el Premio Internacional Elvirina de poesía, convocado por el Ayuntamiento. Y el ganador fue un forastero. De la tierra de Boabdil. Llorón también. Sí. Ya, ya, también lo suscribimos desde aquí, lo importante es participar. Y con ese ánimo acudimos todos los años. Pero pensando un poco que Elvirina, que vivió en Caborana, y que debe de estar sentada allá arribón donde parece ser que colocan ordenadamente a los que llevaron una vida en la tierra como la suya, nos echaría un cable poderoso en alguna edición. Pero nada, oye. Sorda, como una tuca.

Siempre concurrimos remitiendo una letra de las canciones del rock local. Cargadas de poesía, pensamos en el Blog. El año pasado enviamos aquella, por todos conocida:



Falen de tiempos de grandeza.
Tranquila,
Mina, nun me llores,
que Letrita fiaranos.

Falen de tiempos de victoria.
Quieta,
né, nun sigas llorando,
aunque ná quede en la despensa

Falen de tiempos del honor.
Por dios,
Mina, dexa de llorar,
que, ¡van jodese!,
¡ye la nuestra!,
eso nosotros nun lo vamos enaxenar






Se nos filtró que el jurado comentó que no había pasado ni el primer corte porque no se llevaba la poesía social y comprometida. Dijimos, pues ná, esta vez mandaremos una con contenido sexual, porque aunque el tema gay está muy de moda, en Caborana puede malinterpretarse al haber varias familias así identificadas.



Ye,
tou un misteriu.
Amás,
ríxenlu nun sé qué leyes.
¿Qué ye?
¿Qué será,
si la muyer del queseru nun yé?

Mueve,
la vida de munches persones.
Y tién,
hasta circunstancies propies.
¿Qué ye?
¿Qué será,
si la muyer del queseru nun yé?

Faite,
perder la compostura.
Atesora,
la fuerza del efímeru placer
¿Qué ye?
¿Qué será,
si la muyer del queseru nun yé?

Ye,
como un estornudu prolongau,
rexíu,
por un gobiernu irracional
¿Qué ye?
¿Qué será,
si la muyer del queseru nun yé?

Paez,
un fulminante calambrazu.
Y, ¡sumadre!,
desbaratase al instante
¿Qué ye?
¿Qué será,
si la muyer del queseru nun yé?


Boni tituló a esta poética canción, el día de su presentación, para asombro de todos los presentes, como:

  • - ¡Muyeressss!, ¡paisanosssss!, aquí l´ Orgasmuuuuuuuuuuuu,


y, se quedaron todos los caboranenses atónitos, mirando unos para otros, ellas para ellos, sin saber qué demonios significaba aquella palabreja que creyeron importada de la isla de donde venía la música moderna. Estoy atisbando a Elvirina, colorá del tó, quietina, leyendo estos versos, ella que fue doctora en rimas pulcras. ¡Cómo nos va ayudar!, irreverentes rockeros.


La historia del rock local la centró el Blog en la figura de Boni, creo que porque así se entendía desde este improvisado teclado historiador. Y porque pienso que contaba con su beneplácito implícito. Ya que cada vez que me veía y lo saludaba, siempre me contestaba lo mismo:

  • - Tas fechu un buen cabrón.


Que yo interpretaba como la reglamentaria licencia de uso para continuar. Su muerte vino a truncar la serie. Nos quedó sin poner esta foto de uno de sus múltiples grupos,






2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé en qué tecla se debe tocar. Pero, ésto debería continuar.

Exi, ¡hay tanto aún que contar!

Un saludo

Anónimo dijo...

Se nota un cierto aire nostálgico. Otro vendrá. Que no se acojone cuando asomen los tricornios