A LO LARGO, ...

jueves, 18 de febrero de 2010


Tiene un espacio Millás en una publicación semanal en el que, a pié de una fotografía, desmenuza su contenido de forma brillante y define, analiza, critica o ironiza, según venga al caso, sobre lo que, a todo color, estamos visualizando, para acabar reconociendo: ostia, ye verdá. Ya. Millás es Millás. Hasta ahí, de acuerdo.

El otro día en el Blog de Caborana y sus Añoranzas de nuestro amigo Loriva se colocó esta foto.




Me pareció preciosa. Y, la verdad, cuanto mas la miraba mas me gustaba y no sabía dar con el por qué. Limitaciones personales, me costó poco reflexionar. Ni corto ni perezoso, se la remití al Millás, con la esperanza de: ¡algo me contará!.

Mas allá de las descripciones y apreciaciones personales, del acomodo de cada cual, sentado o de pié, después de situarle el emplazamiento de la foto, en una de las aceras del pueblo, me dijo: es curioso, están todos a la derecha. Ostia, ¿y este tio?, es un sabio, sin saber nada de Caborana ni de su gente, los ubicó de inmediato. Meacojonó. Y, además no hay nadie al otro lado, a la izquierda, continuó. Ya, ya, no sabía dónde meterme. Es que en aquellos tiempos los de ese bando hacían los recados por la noche, le dije para salir del paso. Y todos con camisa nueva. Sumadre, ye verdá. Caralsol, desde la sombra. Para, para, Millás, no me compliques la vida. No continues.

Y es curioso, pero esa situación geográfica fue una constante durante muchos años en Caborana. Estas pasadas navidades el azar me colocó ante un vecino del pueblo que hacía muchos años que no veía. Como al azar no le gusta jugar solo, en el mismo momento me llamó al móvil otro colega conocido de ambos del colegio y de la infancia. Rápidamente, para fijar el plano, quedamos en aquel instante para comer. Comimos. Bebimos. Hasta entonamos. Sobre todo, recordamos cantidad de historias, tan distintas unas de otras que, siendo coetáneas y acontecidas en el mismo lugar, distanciaban en exceso.

  • - Es que vosotros, los de por allá riba, teníais otra vida distinta
  • - Una especie de submundo propio
  • - Y, además, nunca bajábeis a la carretera.

Me represento secuencialmente, como una sucesión automatizada de flashes, el margen derecho de la carretera. Los Guardias. El Cura. La Consulta. El Casino. Los Pozos. El Praticante. Los Millonarios. Les Monjes. La Farmacia. Los Frailes.

  • - Sí, si que bajábamos. Sí. Lo que realmente nos costaba era cruzarla y pasar al otro lado.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Nadie se atreve a escribir ná.

Al margen de los que aparecen en la fotos y sus connotaciones personales, me gusta como se trata el Blog. Así que, ánimo, y a seguir envenándonos poco a poco con este antídoto que tenemos casi todos nosotros y que se llama Caborana ( de Bayer )