C U A T R I Á (pal pulgar)

martes, 21 de febrero de 2012


...Viene de.. pa la mano


El negociu, por fuera


La planta baja del establecimiento la conformaban el acceso y el comedor del lujoso restaurante, un pub nocturno de funcionamiento autónomo, la cocina e instalaciones anejas, y los espacios dedicados a la limpieza de todo el menaje, la famosa disk. Por una escalera interior se accedía a la planta sótano, que ocupaba toda la proyección de los locales superiores descritos, donde había un pequeño espacio destinado a almacén, constituyendo todo el resto un gran vestuario, mixto, con instalación unisex de aseos y duchas, capaz para las 30 personas que trabajábamos en el negocio.

Senén era muy recurrente con el asunto de los bolos. Seguramente, cuando uno es bueno en alguna materia, campeón de campeones en el caso que estamos manejando, debe resultar costoso renunciar, aunque se esté en el extranjero y seamos conscientes de la distancia entre Caborana y Estocolmo, de la diferencia idiomática y de las costumbres ajenas, a la aureola del éxito. Y venga. Y dale.


  • - Si vieras, Chepín, una vez en Buciello, que tuvimos que remontar, ..
  • - Ya ta bien, Senén. Que ya me sé de memoria toes les xugaes

No podía con tanta insistencia. Ni con tanta batalla. Ni con tanta victoria. Ni, para finalizar, con tanta nostalgia. Y decidí hallar una solución.

  • - Senén, pa que dexes de dai tanto al tarru, vamos poner una bolera aquí
  • - Ónde, ho?....en Estocolmo?
  • - Si. Y no. Aquí.
  • - En Suecia?
  • - Aquí mismo, ¡cojona! En el Sturehof.
  • - Ya, ya. Y crés que Markus taría dispuestu a dai un giru al negociu y poner una bolera?
  • - No
  • - Entós?
  • - El tinglao boleril vamos montalu nosotros





  • - Cuánto crés que costará to ésto, pa mercailo a Markus?
  • - Mas que to Caborana y Morea xuntos, seguru.
  • - Y, ónde osties pienses sacar tantes perres?
  • - Nun vamos comprar na. Vamos montar la bolera nel sótanu
  • - Aquí debaxu?
  • - Sí. Nel pasillu que comunica el espaciu onde nos cambiamos nosotros y les muyeres

Senén no pudo seguir la conversación. Demasiada emoción. Diagnóstico: hiperinformación con resultado de atasco imaginativo. No lo veía claro. Entendía bien poco. Casi nada. Como hacemos en Caborana plantados ante las situaciones límite, tomó por la puerta del medio.



El negociu, per dientro

  • - Tengo que avisar a la mi hermana a Los Cuarteles pa que mande, nun paquetín, unos bolos y unes boluques
  • - Nun faen falta
  • - Aquí, Chepín, aunque maera tienen asgaya, ni faen bolos, ni boles, y ni siquiera los venden
  • - Tampoco vamos compralos. Tranquilu. Dexa pasu a la xunventú, Senén. Y sobre tó, a la imaxinación.
  • - Pues, cierro el payar y cuéntamelo to de seguío y ensin parar, por favor. Toi nascues!

Se lo conté. Siguió sin entender la mitad. Pero, lo pusimos en marcha. Así.

(Acabaré contándovoslo)


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