- Exiiiiiiii....
- Giulianaaaaa.....
No me lo podía creer. Allí teníamos, delante de nuestros morros, a La Giuliana. La Giuliana. Yo la había conocido en Barcelona, en el año 1970 quiero recordar, en el Festival de Música Progresiva matinal del Iris, en el que, la entonces rapaza, hacía sus pinitos roqueros, a la percusión y a la travesera, con Carlos Benavent, Emilio Baleriola y compañía en el grupo Crac, primero, y en Máquina, tras una evolución vertiginosa, a la semana siguiente. Se quedó una temporada por la Ciudad del Sona como si non Sona, frecuentado los ambientes de los Comedores de la Ciudad Universitaria de Pedralbes. Desde allí compartimos, en ventanillas contrapuestas, nuestra afición al tranvía, haciendo idas y retornos indefinidos en la línea 49, desde Atarazanas a la Escuela de Ingenieros.
EN EL MEETING,Y QUE SE EXHIBE EN
EL MUSEO ETNOGRÁFICO DE LA REGUERA. CABORANA
La recordareis como aquella real moza, curiosona, con vestido corto e insinuante de vistosos y coloridos lunares, unas veces. Con su peinado infantil rematado por dos simétricas coletas atadas por unos aparentes lazos de tela a juego con el vestido, otras. Y siempre encima de unos esbeltos y lujosos tacones. Para jugar, se ponía encima una especie de bata como la que usaban nuestras madres en la cocina, con una gran inscripción en la espalda que decía: “DIVERTIRSE CON GIULIANA”. Sus días por Caborana suscitaron el disfrute de todo tipo de curiosidades para la mayoría del vecindario y alguna otra cosa, diferente y mas íntima, para unos pocos. Desapareció, igual que había llegado, por sorpresa, tras el inolvidable Torneo. Supe que durante muchos años, hasta el 1980, había sido la campeona nacional italiana de cuatreada. Desde entonces, nada. Y ahora, la tenía delante de nosotros, regentando el restaurante de su fallecido padre.
MIENTRAS ESPERA
SU TURNO PARA EL PULGAR
- - Il tempo. ¡Era stato a noi!
- - Sí
- - E danneggió
- - Sí
Enseguida nos prepararon una mesa en la terraza posterior, entre las múltiples placas de los vagones de los expresos de todo el mundo que había coleccionado la italiana y que adornaban la estructura del recinto, obstáculos que sorteaba ágilmente La Giuliana para hacernos visitas esporádicas. Dijo que no podía sentarse con nosotros, que la disculpáramos. Le pedí que, por favor, me dejara hacerle una pequeña caricatura en mi cuaderno.
- - Eccessivo tra. E tende un agguato una schiena
A traición le hice esta fofografía.
6 comentarios:
Coño, Exiliau, dónde dices que vive Giuliana?. Nosotros queremos hacerla hija adoptiva del pueblu.
¿Dónde montaron el Museo?.¿ Dónde la chavola de Gapito, o donde el chigre Valdevidas?
Si alguien sabe horas de visitas, dias de apertura y funcionamiento, por favor lo agradecería.
Me parece que funciona solo los fines de semana. De todas formas, creo que las llaves las tiene El Exiliau.
¿Nun ye porque falten coses de esi Museu por lo que van a empitonar al Alcalde, según leí en La Nueva España?. Pregunto.
Jejeje.
Esi Museu ye infranqueable. Ta onde nun lleguen los lladrones. A que sí, Exi.
Nun lo sé. Yo solo regento, en hores llibres, el de Les Culiebres del Segundu.
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